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lunes, 18 de julio de 2016

ANALIZAMOS UNOS PROBADORES: PIMKIE, EN EL CENTRO COMERCIAL LA ROSALEDA (MÁLAGA)

Un simple probador puede parecer al priori un tema algo banal y un poco absurdo pero no lo es ni para un decorador ni para un comerciante y tampoco para el cliente.

No es la primera vez que entro en esta tienda, Pimkie, en el centro comercial La Rosaleda, y es de las pocas que cuando llega la hora no me molesta en absoluto el tema "probador" para el que soy muy perezosa, dicho sea de paso. Acostumbrada a otros probadores de otras tiendas donde se esmeran bastante poco, recuerdo la primera vez que vi los de Pimkie. Me sorprendieron gratamente aunque en realidad tampoco sea algo del otro mundo pero en comparación con lo que suele haber, están bastante bien. Ubicados al fondo de la tienda, los probadores individuales se distribuyen a ambos lados de una corta galería que se corona al final con un hueco privado delimitado por unas gruesas cortinas de tejido con la misma estética que el resto. Para todo el espacio se combinan distintos tonos de rosa y el frambuesa dándole calidez. Asímismo, se le da un poco de ligereza por medio de un rosa muy claro y cromado, este último debido a elementos elaborados con acero inoxidable y aluminio. Únicamente el suelo se sale de esta tónica, revestido con lo que parece ser un suelo vinílico que imita lamas de madera aunque no le presté demasiada atención.

Distintos rosas, frambuesa para las cortinas y cromados.

Mientras que la parte superior de los paramentos de este espacio destinado a contener los probadores se unifica con un tono en rosa claro, dos de las paredes que delimitan cada uno de los individuales están revestidos con papeles decorativos estampados distintos alternando diferentes tonos de rosa en los dibujos. Estos dibujos representan en una lado siluetas de mujeres mezcladas con ramas de plantas y flores, dándole un toque divertido e informail y en el otro paramento, siguiendo las mismas tonalidades anteriores, se distinguen trazos de textos de gran formato. La separación entre los habitáculos individuales viene ofrecida por un tejido grueso en tono frambuesa oscuro fijado a la estructra metálica que compone los probadores, tejido que se usa además para las cortinas de cierre de cada espacio.

Detalle de papel decorativo utilizado en las paredes de los probadores.
 
El uso de elementos de mobiliario se traduce en un perchero metálico compuesto por un texto - feelpimkie - un asiento blanco como apoyo, un espejo articulado con forma rectangular vertical fijado a una de las paredes laterales y, por último, otro espejo de mayores dimensiones en cuyo perímetro se han colocado abundantes bombillas leds de luz blanca cálida. Este último elemento es el que ilumina cada probador de forma individual.

Elementos de mobiliario utilizados para cada probador: perchero, dos espejos y asiento de apoyo en blanco.


 Detalle del perchero metálico "feelpimkie".

Estos elementos unidos hacen que éste sea un espacio con colorido adecuado para el público al que se destina, es cálido y confortable para su misión, ofreciendo a la clienta un lugar cómodo para la prueba de vestuario pero, por supuesto, muy mejorable. Desde mi punto de vista personal es el mejor probador del centro comercial y posiblemente uno de los más llamativos de Málaga capital. Por otra parte, sería necesario comprobar de manera más rigurosa si el flujo luminoso de cada habitáculo individual es suficiente para el uso que se le da pero de momento carezco de las herramientas adecuadas.

Probadores de Pimkie, centro comercial La Rosaleda.

Comparto la afirmación de mi profesor de la Escuela de Arte de San Telmo, Paco Tirado, sobre este departamento de cualquier establecimiento de venta de ropa. Por muy bonita que se ponga la zona de exposición de artículos - en la que hay que cuidar cada mínimo detalle - , donde se vende realmente es en el probador. Estoy convencida de que te ha pasado muchas veces al entrar a probarte cualquier prenda en tiendas como C&A, El Corte Inglés y otras muchas, donde la luz se limita a focos y barras fluorescentes que emiten una horrible luz blanca fría que no favorece a nadie y te aumenta esos defectos que todos tenemos y que no nos gusta que encima nos los acentúen. La prenda te puede quedar más o menos bien pero el entorno que te envuelve y la iluminación juegan un factor decisivo a la hora de vender. Esto no lo me lo he inventado yo. Es pura y simple lógica, un sencillo razonamiento, pero parece que hay empresas, multinacionales incluídas, que por mucho dinero que ganen, no se enteran, igual que tampoco se enteran que una inversión en un profesional que te solucione esta papeleta no es mucho más cara que lo que gastan en equipar toda la tienda incluyendo el espacio de probadores. 

Por todo lo dicho, Pimkie tiene buena nota en probadores pero podría mejorar si quisiera. A ver si el sueldo me llega y otro día me meteré a analizar alguna "boutique" de alto copete. 

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